lunes, 17 de noviembre de 2008

LO QUE NUNCA DECIMOS

Solemos pensar, cuando mantenemos una discusión, que decimos todas las cosas que pensamos. Pero al cabo del rato, cuando llega la calma, nos damos cuenta de que únicamente hemos dicho lo superficial, lo que realmente la otra parte sabe que vas a decir.
Pienso que las cosas que quedan en el tintero son las que de verdad solucionarían el problema en si. Tendemos, la mayoría de las personas, o al menos las personas como yo, a no decir por no dañar. Sin duda, estamos equivocadas. Las personas procuran que la sinceridad no duela tanto al adversario, por ello se evita pecar de severo, de imprudente, de agresivo, de doliente. Y por mucho que sea lo mejor, prefiero el trapecio...para verlas venir en movimiento!!

4 comentarios:

German dijo...

lo malo niña, es que la gente no asume la sinceridad. en una discusión hay que ir con pies de plomo porque puedes ofender a la otra persona. y eso es, en cierta manera, una censura de la verdad. beberiamos poder hablar de cualquier cosa sin tabus ni barreras, mantendiendo siempre la educacion y el respeto. pero en fin, la felicidad y la convivencia se basan en una necesária reducción de la sinceridad en pequeñas dosis. Por cierto, en las discusiones no hay contrincantes, si no conversadores ;). besos mil.

David Giner dijo...

...el problema no es que no se digan las cosas, ni tan siquiera el cómo se digan...el problema muchas veces está en el interlocutor al que te "enfrentas". Por mucho respeto, por mucho tacto...uno nunca sabe cómo va a interpretar las cosas la otra parte. Y más cuando se da cuenta de que ésta nunca fue lo que aparentaba y está convencido de que nunca será nada, de que el viento cambiará su rumbo en cuanto sople un poco...

Tiene sentido afrontar estas situaciones?...el desenquistador que las desenquiste, buen desenquistador será!!

LOLA MARTINEZ dijo...

Como siempre, mis dos admiradores leyéndome!!Ya sabeis que yo soy sincera con quien se lo merece, porque creo que la sinceridad ,a veces, es un regalo. Y yo no hago regalos a todo el mundo!!Sólo a los que me importan de verdad. Os quiero!!

ALBA MARTINEZ dijo...

La cuestión no es que en una discusión puedas ofender a la otra persona,que también puede ocurrir, por ello creo que la sinceridad va ligada también con la prudencia y el tacto, pero por seguir con lo que decía no se trata tanto de la ofensa al contertulio,sino de que las verdades en la mayoria de los casos ofenden y mucho y es eso lo que molesta que te digan,porque supone quedar al descubierto!!y ya se sabe que la humildad no es un valor que abunde hoy en dia...

Sincera no es aquella persona que dice de primeras lo que se le pasa por la cabeza,tal cual lo piensa y a cualquiera;sino aquella que sabe en qué momento tiene que decir.

Pero cierto es que uno nunca sabe realmente a quién "se enfrenta",porque nunca llegas a conocer realmente "con quien vives".
Y xikilla,efectivamente yo también la considero un regalo;gracias por el tuyo!!